Una puesta en escena muy mazatleca con revelaciones operísticas internacionales acompañadas por músicos de altísimo nivel de la Camerata Mazatlán y las voces del Coro Ángela Peralta, vivió el público durante el estreno de la ópera Las bodas de Fígaro, espectáculo divertidísimo con libreto de Lorenzo da Ponte y extraordinaria música de Wolfgang Amadeus Mozart.
Aunque se trata de una historia que vio la luz en 1786, en Mazatlán se presentó una versión contemporánea bajo la dirección escénica del maestro Ragnar Conde y la dirección musical del maestro Abdiel Vázquez. La historia se ubicó en un hotel del puerto y los dueños y su personal fueron los protagonistas.
La versión moderna de una historia atemporal llevada a escena por Ragnar Conde y Abdiel Vázquez, deja claro que hay artistas jóvenes con capacidad absoluta para interpretar obras tan técnicamente exigentes en el sentido vocal y escénico, y acentúa el beneficio de construir arte y cultura desde la sociedad civil organizada y las instituciones, desde diferentes usos y costumbres, para que se conozca y reconozca la herencia creativa de compositores geniales como Wolfgang Amadeus Mozart.
En esta co producción entre Vinceró Academy, Escenia Ensamble y el Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, la orquesta tiene gran protagonismo y sus integrantes se llevan las palmas del público por el gran dominio de la música sinfónica; para los solistas, vocalmente representó un desafío permanente pues los textos y la música avanzan a ritmo vertiginoso.
La ópera está plagada de recitativos con acompañamiento orquestal, dúos brillantes, sobresalen algunos tríos, un cuarteto, un quinteto, un sexteto en la parte final donde intervienen Susanna, el Conde, Marcellina (Rebecca de Almeida – mezzosoprano – Brasil), Fígaro, Bartolo ( Juan Carlos Villalobos – barítono mexicano) y Don Curzio (Luis Cornejo – tenor mexicano) y hasta un septeto envuelto con bella música.
Las bodas de Fígaro construyen la dimensión emocional humana, debido a que el hombre y la mujer son eminentemente emocionales y tienden a ocultar las motivaciones afectivas de sus actos por medio de construcciones argumentativas.
Sobresalen dos parejas: Fígaro (Esteban Baltazar, bajo – barítono mexicano) que demostró agilidad vocal y teatral en el escenario para representar momentos llenos de comicidad, ironía y en ocasiones enfado y Susanna, su novia ( Emma Robertson – Marietta, Georgia), que sorprende con su flexibilidad y agilidad en cada frase y al mismo tiempo actúa y se convierte en una mujer astuta, coqueta e inteligente para resolver situaciones por más enredadas que parezcan.
El Conde (Andrés Asencio, barítono – Perú), es un fiel reflejo de que no se puede tener todo en la vida y logra a través de su voz encarnar a un hombre seductor que intenta enamorar a la novia de Fígaro, su empleado; y la Condesa (Daniela Yurrita, soprano – Guatemala) que convence con su virtuosismo y gran capacidad expresiva al transitar por varios estados de ánimo debido a las infidelidades de su esposo.
Fígaro y Susanna se quieren casar y el mismo día de su boda Susanna informa a Fígaro que el Conde está interesado en un encuentro con ella.
El Conde es un hombre muy insistente con las mujeres, hasta que se entera de que el joven Cherubino (interpretado por Rose Ferreiro – mezzosoprano mexicana), personaje que con el ímpetu de la juventud corteja a todas las mujeres del hotel incluso a la Condesa. Fígaro elabora un plan impredecible porque quiere revelar al Conde delante de su mujer, entonces organiza un encuentro fortuito entre el Conde y Susanna, pero en realidad quien aparece es Cherubino vestido de mujer. Así es tan solo el comienzo que conduce al espectador hasta el descubrimiento de la dimensión emocional humana.
Todos los personajes tienen una absoluta razón de ser para que el efecto Mozart en el espectador sea reconocido, Mozart y Lorenzo da Ponte nos exponen las dificultades por la que atraviesan las parejas para poder establecerse verdaderamente, pero sobre todo algo todavía más complicado, la capacidad de perdonar.
La Camerata Mazatlán, el Coro Ángela Peralta, Esteban Baltazar, Emma Robertson, Andrés Asencio, Daniela Yurrita, Rose Ferreiro, Hannah Hall (Barbarina), Rebecca de Almeida, Juan Carlos Villalobos, Rodolfo Ituarte (Antonio, el jardinero) y Luis Cornejo son muestra de fortaleza y disciplina, de que van absolutamente a muy buen paso por la ruta del éxito.
Las bodas de Fígaro con escenografía e iluminación de Pedro Pazarán y proyecciones de Chava Banuva se presenta de nuevo este domingo 19 de noviembre a las 19:00 horas en el Teatro Ángela Peralta. Boletos en la taquilla del TAP, al 669 982 4446 ext. 103 o en la taquilla digital al WhatsApp 669 120 00 20.