*El declive del PAN: Traiciones internas y un liderazgo fallido que lo está hundiendo
Desde que el PAN perdió la presidencia, el partido ha estado sumido en una crisis, y su declive es cada vez más evidente bajo el liderazgo de Marko Cortés.
Cortés, quien se aferra a su cargo de dirigente nacional, ha llevado al partido al borde del colapso. Su estrategia de mantenerse en el poder como Senador plurinominal, sin haber tenido que competir, es una muestra clara de su incapacidad para fortalecer al PAN.
Ha preferido usar al partido como plataforma para sus intereses personales, ignorando la necesidad de una renovación y una estrategia efectiva que exige la política actual.
A pesar de que Miguel Ángel Yunes ha negado en múltiples ocasiones haber pactado con Morena, el daño está hecho. Su comportamiento durante la aprobación de la reforma judicial muestra una traición evidente, no solo al PAN, sino a sus principios.
Esta jugada ha desatado indignación entre las bases del partido, mientras Marko Cortés no hizo absolutamente nada para detenerlo. Es más, permitió que los Yunes ocuparan posiciones clave dentro del PAN, una familia con un historial de acusaciones que ha perjudicado la credibilidad del partido.
Internamente, cada vez son más las voces que piden la destitución de Cortés. Su liderazgo no solo ha sido pasivo ante las traiciones, sino que ha demostrado una incapacidad total para ser una verdadera oposición al gobierno de Morena.
La dirigencia actual es vista como el principal obstáculo para que el PAN recupere su fuerza, ya que Marko Cortés parece más interesado en mantener su poder que en revitalizar un partido que se desmorona por dentro.
El PAN está en un momento crítico, y si no actúa para remover a personajes como Cortés, corre el riesgo de desaparecer de la relevancia política.
(Imagen de Google)