El maestro Enrique Patrón De Rueda, con una destacada trayectoria musical de 45 años, compartió momentos importantes y anécdotas de su prolífica vida en “Diálogos de nuestra historia”. Con pasión y sinceridad, habló sobre cómo, gracias a su esfuerzo y dedicación, logró convertirse en uno de los directores de ópera más destacados de México.
Para este programa especial, decenas de personas de todas las edades se dieron puntual cita en la Plazuela Machado, junto al Teatro Ángela Peralta para escuchar a este icono de la ópera en México, quien de manera cordial compartió sus vivencias, respondió preguntas y con emoción recomendó a los niños ligar su vida a las artes…no se van a arrepentir.
Acompañado en la mesa por los docentes Víctor Alonso Osuna y Alonso Guerra, y entre el público por personajes como Raúl Rico González, director general del Instituto de Cultura de Mazatlán y el Doctor Jorge Fuentevilla, incansable promotor de ópera, entre otros, el maestro Patrón fluyó en la charla que desde el primer instante se convirtió en una entrevista.
Con pasión y a su estilo, el Maestro Patrón De Rueda no dudó en confesar que la música fue lo que salvó su vida, tal como le presagiaron desde su corta edad. Gracias a su esfuerzo, disciplina, y dedicación llegó a ocupar un sitio importante en la cultura de México y el mundo, poniendo siempre en alto su ciudad natal, Mazatlán.
“En la vida siempre vas a recibir buenas y malas críticas, hubo momentos que, si me despedazó un crítico, duele, me tomó trabajo levantarme y no tomarlo a pecho, ni personal. Al momento que te paras en un escenario habrá críticas o aplausos. Cuando debuté con ‘Elixir de Amor’, Rafael Solano, gran escritor dijo: ¡Cuidado! a que a Patrón le aplauden por guapo y no por bueno, ni modo, así lo dijo”, comentó.
Patrón De Rueda indicó que su primer contacto con la ópera fue un disco de la ópera “La Boheme” que un maestro le prestó, de allí se enamoró de esta bella arte, su formación musical la inició al tocar el piano con la maestra Quintanilla, instrumento que dominó, al principio le fue complicado cumplir su sueño, hasta que, con el apoyo total de su madre, logró emigrar a Inglaterra.
Confesó que en su amplia trayectoria de más de cuatro décadas, su lugar favorito para presentarse es Mazatlán, ahora siente más nervios que cuando inició, ya que un pequeño error puede desencadenar críticas, compartió además que en su repertorio sinfónico favorito destacan compositores como Piotr Chaikovski y sus cábalas antes de salir al escenario son persignarse y rezar.
Cuestionado sobre su trabajo con el cantautor Juan Gabriel, el maestro indicó que era una persona especial, un músico fantástico, que ahorita le hace falta mucho a la sociedad, contó que su primer concierto con El Divo de Juárez en Bellas Artes, fue una odisea.
“Ese concierto llegó a mí por triple salto mortal, el director original era Luis Herrera de la Fuente, uno de los decanos directores, y cuando le entregaron las partituras, creo que se asustó, y claro tenía que asustarse, dije, le entro, a mí no me asustaba nada, y me lo eché, comenzaron protestas, sacaron anónimos, hasta a mi mamá le escribieron le dijeron: ‘no deje que lo haga porque se va a arrepentir’, hubo amenazas de bomba en Bellas Artes porque las letras de Juan Gabriel eran invocaciones al demonio, entre otras cosas”, declaró.
Ya en los minutos finales de esta intensa y gran charla el maestro Enrique Patrón De Rueda dijo que aún tiene cosas por hacer, cerrará fuerte el año, y tendrá grandes eventos al iniciar el 2025, pero una de sus metas es poder trabajar con niños y niñas, esa es su misión.